
Imagínate un banco, pero 100% digital. Así son los neobancos: plataformas financieras que operan desde apps o sitios web, sin sucursales físicas.
Estos bancos digitales están diseñados para ti: la generación que creció con el celular en la mano.
Abres tu cuenta en minutos desde tu cel, recibes una tarjeta física o virtual y gestionas todo desde una app con UX más bonito que tu feed de Instagram.
¿Y los bancos tradicionales?
Aquí hablamos de instituciones que tienen sucursales, cajeros automáticos, muchas décadas de historia… y sí, a veces filas eternas.
Aunque también ofrecen apps y servicios en línea, muchas de sus operaciones todavía requieren ir físicamente o hacer llamadas. Tienen más experiencia, sí, pero también más burocracia.
Lo bueno de los neobancos
Facilidad para abrir cuentas: En serio, puedes tener una en 5 minutos con solo tu INE y tu cel.
Cero comisiones: Muchos no cobran anualidad, mantenimiento ni retiros.
Diseño pensado para ti: Apps intuitivas, notificaciones en tiempo real y soporte por chat.
Integración con otras fintechs: Puedes pagar servicios, comprar cripto o invertir desde la misma app.
Lo malo de los neobancos
Sin sucursales físicas: Si te gusta hablar con humanos cara a cara… no es lo tuyo.
Atención al cliente limitada: A veces los chats tardan o no resuelven tan bien.
Pocas herramientas avanzadas: No todos ofrecen créditos, inversiones o seguros completos.
No todos reportan a los burós: Y esto puede ser malo si quieres construir o mejorar tu historial crediticio.
Lo bueno de los bancos tradicionales
Experiencia y respaldo: Están regulados, auditados y tienen trayectoria.
Acceso a más servicios: Créditos, hipotecas, seguros, cuentas empresariales, etc.
Cajeros y sucursales por todo México: Si eres de los que prefieren resolver cara a cara, esto suma.
Lo malo de los bancos tradicionales
Procesos más lentos y engorrosos
Apps menos intuitivas
Más comisiones ocultas: Por transferencias, retiros, manejo de cuenta, etc.
Te piden más requisitos: Comprobantes, recibos, contratos… todo impreso.
¿Y qué no te dicen?
No todos los neobancos reportan a las sociedades de información crediticia, como Círculo de Crédito. Esto significa que aunque uses bien tu tarjeta o pagues puntual, no estás construyendo historial crediticio.
Algunos neobancos ni siquiera están regulados por la CNBV (Comisión Nacional Bancaria y de Valores). Checa siempre que estén registrados.
Tu historial crediticio no solo importa para créditos bancarios: también puede ser clave para rentar un depa, contratar un plan de celular o pedir una beca.
Entonces… ¿neobanco o banco tradicional?
Depende de lo que necesitas.
¿Solo quieres una cuenta para recibir dinero, pagar cosas y mover tu lana? Un neobanco puede ser ideal.
¿Planeas pedir un crédito pronto o te interesa generar historial crediticio? Considera un banco tradicional (o un neobanco que reporte a Círculo de Crédito).
Tip clave: consulta tu historial crediticio
No importa si usas un neobanco o un banco tradicional. Consultar tu historial crediticio regularmente te ayuda a saber cómo te ven las instituciones financieras.
En Círculo de Crédito puedes descargarlo la primera vez gratis. Solo entra a www.circulodecredito.com.mx, descarga tu reporte y revisa si todo está en orden.
Consejo Z: Si ves algo raro, puedes presentar una reclamación. Más vale prevenir que tener un score bajito cuando más lo necesitas.
Los neobancos son el presente, pero los bancos tradicionales aún tienen su lugar. La clave es usar ambos a tu favor y siempre estar al tiro con tu historial crediticio. No importa si tienes 18 o 28 años: tu score comienza a contar desde ya.
¿Quieres saber cómo te ven los bancos y fintechs? Activa tus Notificaciones, consulta tu Credit Score® y Mi RCE® en la App de Círculo de Crédito. Mantente al tanto de tu salud financiera y toma decisiones informadas.
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